Ufff un poco más y no llego... pero esto de los exámenes es lo que tiene...
Además el tema de este mes para mi es un poco delicado de tratar, y hasta ahora no se me había pcurrido muy bien cómo plantear esta entrada. ¿Por qué? simple. Nunca he Dirijido o Jugado una campaña que pueda considerarse cómo "Legendaria).
Además el tema de este mes para mi es un poco delicado de tratar, y hasta ahora no se me había pcurrido muy bien cómo plantear esta entrada. ¿Por qué? simple. Nunca he Dirijido o Jugado una campaña que pueda considerarse cómo "Legendaria).
Supongo que no seré al único al que le pase esto y a muchos les sonará la situación y bastante. Si bien es cierto que llevo ya pasada una década desde mis comienzos en el rol (allá por el 2001... que viejo soy), pero mis grupos de juego siempre han sido intermitentes y transitorios...Y no ha sido hasta hace un par de años que no me he topado con grupos de gente "seria" con quien jugar (Gracias Reino de Arckham).
Aunque no he tenido nunca una campaña legendaria "de libro" como quien dice, si he jugado campañas memorables. Recuerdo con mucho cariño la primera campaña que dirigí de D&D en el colegio según acababa de entrar en la ESO (la jugabamos a escondidas porque... en fin... digamos que el centro era algo peculiar) en la que el grupo estaba formado por un Semielfo Explorador (con un momento épico de "DISPARO MI ESPADA CON EL ARCO!!!!!") Un semiorco bárbaro que perdía INT cuando recibía daño contundente y un clérigo humano al que acabaron lanzando un hechizo de cambio de sexo y dejandola calva... Duró solo un año, pero fueron mis primeros pinitos como máster (con el evidente catastrófico resultado). Es lo quetiene ser el dueño de los libros y los dados.La cosa quedó pausada unos cuantos años. En el instituto comencé una campaña de warhammer rol 2ª ed, pero que pasó sin pena ni gloria. Pero, como ya he comentado, no ha sido hasta hace un par de años que he empezado con proyectos serios.
Mi primera experiencia en campaña como jugador ya de un modo serio fué con mi siempre suertudo y bizarro Iñigo Márquez, con la campaña del Dracs de Aquelarre (que teneis el Actual Play en los primeros comienzos de este blog... y me comprometo a terminarlo algun día) que se estiró a lo largo de un año, con escenas que recuerdo con mucho cariño y con un final que nos dejó con la boca abierta, o por lo menos a mí, a pesar del mal trago que nos supuso (me pegó un bajón que tuve que llamar a mi novio para desahogarme... no digo más).
Personalmente, creo que una campaña legendaria no solo hace que se te llene la boca cuando hables de tu personaje o de tal o cual enemigo; creo que de una campaña tambien puedes sacar muchas cosas como jugador, como máster o como persona. En el caso de Dracs tuve la suerte de que con ella se ha terminado de despertar mi afición por la historia, además de que tuve un máster genial del que he sacado gran parte de mi trabajo narrativo; del resto de personajes uno siempre guarda algunos aspectos que les carácterizan: El paternalismo de Lázaro, la valentía de Sancho, la sensatez de Xose... y de tu propio personaje, porque, al fin y al cabo, ese juglar aragonés, bizarro y que intenta hacerse a los demás no deja de ser una parte de yo mismo.
Pero el tiempo pasa, las aventuras se acaban y los personajes hacen sus vidas, envejecen y mueren (el orden no tiene por qué ser este). Es cuando a uno le toca recoger el testigo y ser el que escriba las campañas legendarias de nuevos jugadores y nuevos personajes. La verdad es que creo que este es el sueño de todo máster (o por lo menos el mío) sacar de su mente una historia, completamente original y nueva, donde los personajes salgan de su chabola en la aldea más recóndita y acaben creando las leyendas que moverán el mundo para otros personajes.
Aunque aún no he hecho mi propia campaña para el recuerdo, poco a poco va forjandose, empezó con Insomnem Nox, siguió con Cornua Caprae y continuará con Caper Pedes y Aqua Clara aunque, si los dioses de los dados me lo permiten, espero que después vengan muchas más.
No quiero ser pesado con Insomnem Nox y sé que empiezo a cansar con el tema, pero la verdad es que esta aventura me ha marcado bastante cuando la dirigí por primera vez, porque fué realmente toda una campaña que todos, tanto jugadores como yo, Director, recordamos con gusto y no deja de revivirse. Aunque Cornua Caprae también ha dejado situaciones para el recuerdo (los personajes haciendo un autentico cluedo en la partida para averiguar en qué casa del pueblo vivía cierto PNJ, o una situación que implicaba a Pol Honradez con una piedra en la mano, un niño con un hacha al que querían dejar inconsciente y un golpe crítico en la cabeza).
Mi primera experiencia en campaña como jugador ya de un modo serio fué con mi siempre suertudo y bizarro Iñigo Márquez, con la campaña del Dracs de Aquelarre (que teneis el Actual Play en los primeros comienzos de este blog... y me comprometo a terminarlo algun día) que se estiró a lo largo de un año, con escenas que recuerdo con mucho cariño y con un final que nos dejó con la boca abierta, o por lo menos a mí, a pesar del mal trago que nos supuso (me pegó un bajón que tuve que llamar a mi novio para desahogarme... no digo más).
Personalmente, creo que una campaña legendaria no solo hace que se te llene la boca cuando hables de tu personaje o de tal o cual enemigo; creo que de una campaña tambien puedes sacar muchas cosas como jugador, como máster o como persona. En el caso de Dracs tuve la suerte de que con ella se ha terminado de despertar mi afición por la historia, además de que tuve un máster genial del que he sacado gran parte de mi trabajo narrativo; del resto de personajes uno siempre guarda algunos aspectos que les carácterizan: El paternalismo de Lázaro, la valentía de Sancho, la sensatez de Xose... y de tu propio personaje, porque, al fin y al cabo, ese juglar aragonés, bizarro y que intenta hacerse a los demás no deja de ser una parte de yo mismo.
Pero el tiempo pasa, las aventuras se acaban y los personajes hacen sus vidas, envejecen y mueren (el orden no tiene por qué ser este). Es cuando a uno le toca recoger el testigo y ser el que escriba las campañas legendarias de nuevos jugadores y nuevos personajes. La verdad es que creo que este es el sueño de todo máster (o por lo menos el mío) sacar de su mente una historia, completamente original y nueva, donde los personajes salgan de su chabola en la aldea más recóndita y acaben creando las leyendas que moverán el mundo para otros personajes.
Aunque aún no he hecho mi propia campaña para el recuerdo, poco a poco va forjandose, empezó con Insomnem Nox, siguió con Cornua Caprae y continuará con Caper Pedes y Aqua Clara aunque, si los dioses de los dados me lo permiten, espero que después vengan muchas más.
No quiero ser pesado con Insomnem Nox y sé que empiezo a cansar con el tema, pero la verdad es que esta aventura me ha marcado bastante cuando la dirigí por primera vez, porque fué realmente toda una campaña que todos, tanto jugadores como yo, Director, recordamos con gusto y no deja de revivirse. Aunque Cornua Caprae también ha dejado situaciones para el recuerdo (los personajes haciendo un autentico cluedo en la partida para averiguar en qué casa del pueblo vivía cierto PNJ, o una situación que implicaba a Pol Honradez con una piedra en la mano, un niño con un hacha al que querían dejar inconsciente y un golpe crítico en la cabeza).
Además, paralelamente, voy a comenzar a jugar, tambien de Aquelarre, una de las mejores campañas que tiene el juego: Danza Macabra. Aunque no la he jugado ni dirigido, la he leido y, la verdad, tiene un final que a cualquiera le deja los pelos de punta. La campaña es genial, pero se me hace muy corta y con eventos un tanto separados en el tiempo, asique supongo que para hacerla más memorable acabaré incluyendo algunos interludios propios o ya escritos (la posada de Alvar el Honesto, algun modulo de fogar de breogán o Caper Pedes)
Saliendo un poco de Aquelarre, intenté comenzar una campaña para La Marca, jugando como primera aventura la de la Torre del Pantano (no recuerdo el nombre exacto de la aventura, es una de las del manual), pero entre que todavía no domino el sistema (sí, la marca es un sistema simple... pero por eso, hay veces que necesito mas reglas...) y que eso de "aventura para un grupo de entre 4 y 6 personajes de nivel 1 o 2" es muy relativo... porque esta aventura un grupo de 6 personajes de nivel lo pasan con alguna dificultad, un grupo de 4 (o 3 en mi caso) de nivel uno ni de coña... Me dejó un poco impotente al ver cómo los personajes morían sin que yo pudiese hacer nada (no suelo ser papa-máster, pero si hubiera podido haber intervención divina la hubiese habido). Pero tengo esperanzas con La Marca, asique quien sabe, lo mismo este verano empezamos algo serio y pasa a ser una de estas llamadas "Campañas legendarias".
Salud y Rol