28 de junio de 2010

Iñigo Marquez I


Sabed pues, que quien fuere el que ahora lee estos escritos,  conocerá de las andanzas de Iñigo Márquez y de todos los acontecimientos y maravillas que este pudiere atestiguar.
Nací en un pueblecito de Aragón, próximo a la frontera con el Reino de Navarra. Hijo de luthier aragonés con mujer Vizcaina, se conocieron en una de las ferias que mi padre frecuentaba. Hijo segundo de una prole de 4.
Al año de nacer mi hermano menor mis padres fueron asesinados durante la feria de mercado de nuestro pueblo. Desde entonces mis hermanos Rodrigo, Carlos y yo quedamos a cargo de nuestro hermano Fernando. 3 años después Fernando falleció al caer de un caballo y descalabrose con un canto en el suelo, desde entonces fui incapaz de subirme a una bestia, fuere del tipo que fuere. Por suerte, de mi fallecido hermano conservé su daga y el tiempo que éste me enseñó a manejarla.
Con el paso de los años me dediqué a aprender la música y algunas historias de mi pueblo, el abad del monasterio en el que serví como paje enseñomé levemente el arte de la lectura y la escritura, junto con algunos versos de los libros guardados en la biblioteca del monasterio. En cuanto mis hermanos pudieron mantenerse solos los dejé con nuestra pequeña casa y yo cogí una de las zanfoñas que fabricaba mi padre y me eché al camino en busca de quien pudiere haber asesinado a mis padres ya que no quedaba nada que realmente me mantuviese ligado a las tierras de mi familia.