Día 29: Manía que tengas a la hora de jugar
Kokuro:
También es algo de lo que he hablado muchas veces en el blog, yo y mis manías con los dados, pero voy a centrarme en algunas que no haya comentado antes.
La primera es que, cuando dirijo, la mesa es un caos (en el sentido material de las cosas). Suelo desparramar un buen montón de dados para los jugadores. Mi lado de la pantalla es como si hubiese pasado un tornado, dejando un batiburrillo de papeles, notas, manuales y dados. Pero en mi caos encuentro cierto orden.
También, a la hora de dirigir juegos históricos, especialmente Aquelarre, siempre hago una introducción sociopolítica para que los jugadores comprendan el momento en el que se encuentran (normalmente en la década de 1350, en plena Guerra Civil Castellana, Guerra Castellano-Aragonesa y Guerra Civil Granadí, con las Cortes de Valladolid recién salidas del horno). Lo que ocurre es que, a veces me paso de detalles y tiempo y la "breve" introducción se me va de las manos, convirtiéndose mis partidas en una clase de historia... Es una mezcla de deformación profesional y obsesión pasional con ese periodo. ¿Que esperáis? soy historiador, sabíais a lo que veníais.
Como jugador, soy de los típicos que se ponen a hacer chorradas con los dados, desde girar los D10 como si fueran peonzas hasta hacer torres y formas geométricas con los D6. Me pongo de los nervios si no tengo algo en las manos, por eso siemptre estoy toqueteando los dados o dando vueltas al lápiz. Soy una persona muy nerviosa y eso pasa factura.
Ya que he hablado del lápiz, hace unos meses me dí cuenta de lo práctico que es un portaminas para una partida de rol. No pierdes el tiempo sacando punta y el trazo es regular y constante, además de que se emborrona menos. Incluso sirve para señalar por encima el mapa sin necesidad ni peligro de llenarlo de garabatos. Así que, ahí voy yo, con un portaminas Staedtler de metal negro que no le dejo a nadie (al igual que mis dados, es personal e intransferible).
Y ya que hemos hablado de mapas y lápices, le llega la hora a la hoja de personaje. No me gusta emborronarla, así que evito escribir sobre ella siempre que no sea necesario. Tampoco me gusta hacer dibujitos en los márgenes ni nada por el estilo, es algo que siempre me ha parecido un poco cutre (aunque cada uno que haga lo que quiera con su hoja). En cambio, no me importa que se pringue con la grasaza de las patatas o las palomitas, o que tenga manchas de dios-sabe-qué, me parece que eso es algo que le da miticidad a la ficha, como si de un pergamino viejo se tratase.
Panchodik:
Sinceramente no puedo hablar de demasiadas manías a la hora de jugar o dirigir, pero algo si os puedo contar.
A la hora de jugar es muy probable que podáis diferenciar varios comportamientos de mi, el más común de ellos puede ser el de tener los dados en la mano y manosearlos continuamente. No es que yo sea creyente en alguna fuerza mística ni nada por el estilo que puedan variar los valores en mis tiradas, pero esto me da la sensación de que al calentar los dados en mis manos, se estén cargando para que me den esos valores que tanto busco...
En el momento que estoy relajado me suelo acomodar hacia detrás tomando una postura más relajada. En cambio en el momento que estoy nervioso, ya sea porque la situación en la partida me atribuye tal estado, me suelo echar adelante, suelo hablar más rápido y mi actitud es mucho más activa y participante en la partida.
En el momento que yo soy el director de juego, mi actitud suele ser mucho más seria, no suelo coger los dados para nada y suelo estar mucho más tranquilo. Hay veces que a mi también me afecta los estados de ánimo que quiero inculcar en mis jugadores, puesto que yo también estoy visionando la escena que juegan mis jugadores y es por esto por lo que me gusta tanto dirigir partidas.
No creo que tenga unas manías muy raras, pero son las que yo puedo notar en mi mismo, quizás alguno de vosotros os hayáis dado cuenta de algún comportamiento del cual yo no sea consciente...
Salud y rol.
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