2 de julio de 2012

Principiantes, ladrones y cleptómanos

Personalmente, creo que el personaje del Ladrón (Y no, no me refiero a políticos o banqueros, hablo de los otros, los de verdad, los buenos) es quizá uno de los más útiles y versátiles de un grupo de juego haciendo que su inclusión sea imprescindible dentro del grupo de juego según qué ambientaciones.
Aunque es un personaje que suele ser bastante mediocre en cuanto a combate se refiere, su gran ventaja es la ingente cantidad de habilidades/conocimiento acumulado en diferentes áreas que otorga al grupo. Especialmente en partidas de dungeon crawling el ladrón hace todo un despliegue de habilidades que son la base de la supervivencia del grupo en situaciones ajenas al combate.
Pero cuando me refiero a "ladrón" me refiero al mero arquetipo, según el juego en cuestión encontramos todo un abanico de clases que engloban la función del ladrón. De esta manera encontramos bribones, hackers, bardos, picaros...
Pero el problema en cuestión nos ocupa específicamente al ladrón en sí mismo y a su correcta interpretación, especialmente en el caso de jugadores novatos o siendo la primera vez que llevan un personaje de este tipo.
Es muy útil, pero esto...
La aptitud que más destaca y la que llama más la atención, haciendo a este tipos de personajes tan atrayentes es que son "amigos de lo ajeno". Llamemos lo robar, hurtar, escudriñar, desvalijar... La cosa es que podemos hacernos con lo ajeno de alguna manera.
Es una capacidad bastante útil y poderosa en términos de juego. Bien utilizada puede ser la alternativa a un combate, o puede equilibrar la balanza en favor de los personajes según en qué situaciones. Pero mal llevada puede suponer fácilmente el fracaso de la misión, o, incluso, la muerte de todo el grupo. Como diría el Tío Ben: Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.
Muchos jugadores, especialmente gente con pocas partidas a sus espaldas o, como ya he dicho antes, que desconocen la forma de interpretar a estos personajes, tienden a confundir la posibilidad de cometer robos y cuándo hacerlos. Es por esto que es muy común que los ladrones sufran de los ataques de cleptomanía de sus jugadores que no encuentran la diferencia entre el "poder" y el "deber".
... no es lo mismo que esto
Debemos de suponer que el ladrón es un profesional de su campo, no roba por mero pasatiempo (que también puede...) pero nunca se arriesgaría deliberadamente a que fuese descubierto. ¿Para qué quiere un ladrón un hacha a dos manos gigante de acero purpúreo? cierto es que puede ser muy valiosa y pueda suponer un considerable aumento en la bolsa del sujeto (tanto la del dinero como la mochila donde la deba guardar...). Pero no se arriesgará a robarla del escaparate de un tendero a plena luz del día en mitad del mercado donde todo el mundo pueda verle.
El ladrón es un personaje que, ante todo, es práctico. Recurre a la picaresca para conseguir sus objetivos, y no solo dispone de su habilidad digital para ello. Encontramos así la posibilidad de hacer pequeños engaños, estafas, timos... Incluso cabe la posibilidad de un trabajo en equipo con sus compañeros distraen a alguien mientras nuestro personaje roba la carta del bolsillo del sujeto.
Desde el ratero de calle hasta el más sofisticado ladrón de guante blanco sabe que si el riesgo que supone el hurto es mayor que el beneficio que se puede obtener, no merece la pena hacerlo. Es por ello que hay que hacer hincapié muchas veces a este tipo de personajes, de que el hecho de ser ladrón no significa que sea cleptómano. Un ladrón no va a llevarse las jarras de la taberna, es un peso y un espacio en su mochila que pueden ocupar cosas de mayor valor o utilidad.
Lidda, toda una muestra de profesionalidad
Ninguna persona camina por las calles pensando en qué cosa meterse al bolsillo, de la misma manera en que un ladrón tampoco lo haría. En primer lugar porque las cosas más valiosas nunca se encuentran a la vista, y en segundo lugar, porque nos arriesgamos innecesariamente a que otro pueda averiguar las intenciones de nuestro personaje.
La interpretación del personaje ladrón es más compleja de lo que la hacemos o la que solemos hacer. Al igual que un soldado nunca se enfrentaría solo a un ejército, o no va por ahí dando espadazos a la gente mientras camina por la calle, el ladrón no roba por gusto (que a veces sí) o sistemáticamente. Para nuestro ladrón, la atención de nuestra víctima es igual de peligrosa que el ejército para el guerrero.



Salud y Rol 

9 comentarios:

  1. Un artículo que hará ala gente pensarselo 2 veces antes de hacerse un pícaro:


    [url]http://khathedhral.blogspot.com.es/2012/07/ecologia-del-pj-el-ladron-picaro.html[/url]

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  2. Es cierto que el concepto de ladrón está un poco desvirtuado y algunos suelen utilizarlo para su propio interés o por el su ataque furtivo y se pierde un poco la esencia del personaje y no terminan de sacarle todo el jugo que puede tener este pj.

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  3. Si es cierto, pero cuando tenemos un jugador "novatillo", el personaje del ladrón o el pícaro, es muy, pero que muy socorrido... Y creo que más para el director que para el propio jugador.

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  4. Ese es el problema, un novato debería tender hacia un guerrero o incluso una clase que no tuviera magia ni capacidades muy especiales hasta unos cuantos niveles después, como el ranger.

    Un picaro es... complejo.

    Algo similar pasa en Vampiro, los novatos deberían tender más hacia brujah y gangrel, y dejar a los malkavians a los veteranos...

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  5. Yo no me refería a D&D, del cual reconozco que no tengo la más mínima idea... Me refería a "Aquelarre", donde no hay niveles ni pericias especiales... Los ladrones es "sencillo" de llevar, no hay reales, pocas "miras" en el horizonte que no sean el día a día... Es uno de los Personajes que "históricamente" son más "asimilables" con pocos conocimientos.
    Un hombre de armas en la edad media, es más complicado de "explicar", con las mil y una leyes que había sobre portar armas, armaduras...
    Pero bueno, cada uno lo miramos desde nuestro punto de vista, que generalmente es el del juego que más "practicamos".
    Respecto a Vampiro, un gangrel me parece más sencillo pues sus disciplinas son "personales" y su actitud más "individualista"... Los brujah son un clan al cual se le puede dar mucha vidilla... Respecto a los Malkaviam me parece que es muy complicado de interpretar incluso para los más veteranos, pues tendemos a estereotiparlo o hacerlo "gris", y en 20 años dirigiéndolo, el Malkaviam jamás lo recomiendo y explico siempre su dificultad.
    Lo dicho, cada cual tenemos una forma de ver "nuestra mesa", y todas nos enriquecen.

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  6. Como comenté antes, (creo) un ladrón es un personaje urbano y fuera de partidas urbanas estará "como pez fuera del agua". Además su propia profesión evita que sea buena persona (incluso Robin Hood era legalmente un forajido y un fuera de la ley, y un asesino), lo que en los mundos en blanco y negro que juega el 80-90% de la gente hace que acabe habiendo conflictos entre él y el resto de personajes/jugadores del grupo.

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  7. Creo que vemos el mundo de diferente manera, he leído tú exposición en KHATHEDHRAL, y está bien la reflexión. Simplemente es una manera de verlo, y como ya aclaras, muy enfocada al D&D.
    Si coincido en el carácter urbano del ladrón, pues lo otro sería un bandido, pero si entendemos "ladrón" como "una forma de ganarse la vida con el trabajo o posesiones de otro", lo acotamos de una manera más amplia.
    Y más amplio también me refiero a no pensar en un "megaladrón", sino en la persona que roba para vivir, pues si lo hace de una manera más "organizada" o "profesional", primero ya no es un simple ladrón y ya no es un novato el que juega, pues se le supone experiencia a ese Personaje. O eso o mal director somos para darle un Personaje más allá del que debiera interpretar un jugador novel.
    La "suerte" que tengo, es que no juego en ambientaciones de legal/bueno, neutral, caótico/malvado, con lo que me libro del blanco y negro que describes y que delimita mucho a los Personajes, de los que pienso, todo el mundo es una gran cantidad de grises. Afortunadamente.
    Pero como antes he dicho, cada mesa de juego es un mundo, y cada director debe analizarla y "diagnosticar" lo que necesita.

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  8. Estoy con Iago, a mi el juego de alineamientos me parece que deteriora el juego, ya que nosotros mismos no somos más que tonos de grises, con lo que nos sería imposible aplicar correctamente la bipolaridad de D&D.
    Además, la interpretación "pura" de un alineamiento legal o uno maligno es estúpida. Según esas "reglas", siendo un personaje legal deberíamos pararnos en cada camino donde veamos a un grupo de comerciantes con la rueda del carro rota...

    Pero realmente, lo que critico en esta entrada son aquellos jugadores que se dedican a robar por robar, no se molestan en pensar la motivación del personaje. Tienen un complejo de diógenes que les llama a acumular mierda robada...

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  9. Eso es precisamente lo que decía, que es "una forma de ganarse la vida con el trabajo o posesiones de otro" o que es una persona que roba para vivir, y no un cleptómano. Vamos que nosotros trabajamos para vivir, y por mucho que nos "ofrezcan" trabajar gratis (aunque casi), no nos dejamos "convencer". Pues el ladrón, como dice Kokuro, roba, pero roba como forma de vida y no como afición.

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