19 de enero de 2014

Carrusel Bloguero de juegos de rol: Mapas y Planos


Abrimos nuevo carrusel, de nuevo un poco tarde por la cuesta de enero pre-exámenes y el tema parece que ni hecho a posta. Después de pasarme todas las navidades haciendo mapas para un trabajo de Historia Medieval, este mes en El Hacedor de Dados nos proponen Mapas en los juegos de rol.

De nuevo, si aún no conocéis esta iniciativa, en este ENLACE tenéis toda la información necesaria.

Lo primero hay que hacer una pequeña diferenciación. Depende de la escala en la que nos encontremos, hablaremos de mapas y de planos. Si la escala es igual o superior a 1:10.000. (1cm = 10.000 cm, 100m) estamos ante un mapa, si es inferior es un plano. Puede parecer una tontería, porque lo es, pero 2 asignaturas de geografía en la carrera me tenían que servir para algo.

Pero no es tanta tontería si planteamos el uso que le damos. Normalmente los planos se emplean para el diseño de Dungeons y escenarios de las partidas, ya que ofrecen un mayor nivel de detalle, mientras que los mapas sólo los usamos para mostrar el mundo. Los Battlemaps encontramos una escala de 1": 1'5m que, si lo reducimos a mapas de cuaderno se queda en 5mm: 1m o 1'5m. Suelen ser las escalas más cómodas para moverse. De este modo, realmente cuando hablamos de "mapas de dungeons" no son mapas, sino "planos de dungeons".

Sobre el empleo de planos en las partidas, para mi gusto deben quedar algo limitados y ser poco más que una ayuda del máster. Si mostramos a los jugadores el mapa entero del dungeon o por secciones, perdemos muchos elementos de factor sorpresa a base de que los jugadores conozcan la siguiente habitación.

Un plano del dungeon facilita muchísimo el trabajo del director, siendo un pequeño esquema de la partida, una guía de referencia para situar qué hay y qué sucede en cada lugar.
Por otro lado, los Battlemaps me ocurre algo similar. Me parecen muy útiles para representar combates y acciones complejas, pero para usarlos durante ese momento de necesidad y luego retirarlos. Con ellos corremos el riesgo de que una partida de rol acabe perdiendo todo factor de narración e interpretación y se limite a mover figuras sobre un tablero.
Esto es como todo, en su justa medida es más útil que en exceso.

En mi caso, yo suelo llevar una pequeña pizarra donde hago pequeños esquemas de dónde se encuentran los personajes como mera ayuda visual o para saber las localizaciones en algún momento de la partida. Se consigue el mismo efecto que con un battlemap pero sin riesgo a que la partida se centre en ello. Luego está la opción de lápiz y papel, pero ya se han talado muchos bosques por mi culpa y la pizarra suele ser más cómoda.

Pero el atractivo que tienen tanto los planos como los Battlemap es su impacto visual. Un mapa bien hecho y decorado, o un battlemap en 3d hace las delicias de cualquier rolero y, en parte por ese rollo wargamero que le da, por eso nos suele resultar tan atractivo.


Sobre los mapas, creo que están muy infravalorados en los juegos de rol. Se desaprovechan mucho, pudiendo ser una herramienta que proporciona mucha riqueza al juego. Normalmente se limitan a ser mapas geográficos con las fronteras marcadas por naciones, pero pueden tener muchos usos para profundizar en el trasfondo de un juego. Sin ir más lejos, entre los mapas de mi trabajo de medieval había uno sobre la extensión de los dominicos y los franciscanos por Europa en torno al siglo XIV. El mapa en sí es muy aplicable a juegos históricos como Aquelarre o Alatriste. De este modo, se pueden hacer mapas sobre la cantidad de población de cada raza que hay en una nación de fantasía, o cómo son influenciados por las naciones vecinas. Incluso se pueden hacer mapas sobre avances de naciones enemigas en un contexto bélico.

No supone mucho trabajo para el máster, que en cosa de una tarde puede tenerlo hecho, y es un buen medio explicativo y muy visual para los jugadores.
Este es el mapa del ejemplo
Además, animo desde aquí a los autores de juegos de rol a añadir este tipo de mapas en sus juegos, de esta forma, en los escenarios de campaña, cosas como la distribución de las razas y las religiones principales representados en un mapa hacen más comprensible la lectura que si hablamos directamente de cifras. Además, en muchos casos, este tipo de información no tiene por qué ajustarse a las fronteras de cada nación, cosa que es muy normal en los juegos de rol, esa idea de "a partir de este punto la gente deja de adorar a Fulanito de Tal para adorar a Mengano de Cual" Pudiendo darse casos que, por influencia de la nación vecina, el sureste de una nación tenga un panteón diferente al resto, o que la dependencia económica sea mayor al país vecino porque la ciudad más grande y próxima pertenece al reino de al lado. Por desgracia, este tipo de información no es tan fácil de mostrar por escrito que en un mapa.

Como veis, el empleo de mapas de cualquier tipo (corocromáticos, corotramáticos, vectoriales, de puntos, lo que sea) hace más complejo y creíble el trasfondo de un mundo, pero, no se por qué, no se explota.


A quien le interesen los mapas y planos, hace tiempo abrí una comunidad en Google+ sobre Cartografía Rolera, para quien quiera estar al tanto.

Salud y Rol











1 comentario:

  1. Interesante re-enfoque de los mapas temáticos que nos podemos encontrar en muchos atlas. :)

    Gracias por participar.

    Un saludo

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