28 de abril de 2012

Black Stories... o Cómo hacer prácticas de Derecho Penal

Siguiendo con los juegos rápidos y fáciles, Pancho se compró hace unas semanas un jueguecito llamado Black Stories, que recomiendo para todos aquellos que les gusten los thrillers, los que no se pierden Crimenes Imperfectos por las mañanas en la sexta o para los que, como yo, necesitan hacer prácticas de Penal II.
El objetivo es simple: un jugador hace de "narrador", quien será el que arbitre la partida y el único que conoce lo ocurrido. El resto serán investigadores y deberán descubrir el crimen propuesto por el narrador.

Un elfo le dice a un Alien...
Cada Black Stories (además del primero hay 4 más, otro con crímenes reales y la "edición Misterio" que es super friki) contiene 50 fichas. Por una cara tienen un pequeño texto y una imagen, que el narrador tendrá que leer al resto de jugadores. La otra cara contiene la resolución del caso y otra imagen. Esta cara no debe mostrarse al resto de jugadores (ni siquiera el dibujo) porque contiene la informacion que deben conseguir.

Los jugadores harán preguntas al narrador a partir de los datos que saben, de forma que el narrador solo puede responder con "si", "no" o, en su caso "es irrelevante". Esto es lo que recomienda el juego, pero en caso de partidas con poca gente (o gente que vale poco para estos juegos) es conveniente que al narrador "se le escape" algo de información adicional.

La realidad supera la ficción, en serio
Es un juego bastante entretenido y muy fácil, ya que las reglas apenas son un par de directrices. El principal problema es que la rejugabilidad es prácticamente nula. Si bien es cierto que 50 casos dan para mucho, pero el que ha jugado uno, ya no puede  volver a jugarlo, de la misma forma que el que hace de narrador tampoco. Pero, por suerte, hay bastantes "expansiones" (aunque no apiortan nada nuevo a las reglas, solamente traen más casos) con 50 cartas más cada una. Pancho tiene el Black Stories 2, mientras que yo me hice con el de Crimenes reales.
Sobre este último debo decir que el narrador debe levantar mucho la mano, ya que aparece la información verídica con fechas y demás datos que es muy dificil o prácticamente imposible que los jugadores descubran.

Un ejemplo de caso sería:
"Una mujer murió por querer coger el teléfono"


En definitiva, un juego rápido, barato y fácil. Perfecto para jugarlo cuando sales por ahí con los colegas, comiendo en la cafetería de la facultad o cuando quereis jugar a algo y os da pereza montar el tablero de los Colonos de Catán.

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