7 de noviembre de 2013

Desafío de los 30 días: Día 1

Aunque un poco tarde, nos apuntamos a la iniciativa iniciada por Trasgotauro del Desafío de los 30 días. Así que, sin más, nos lanzamos directamente al día 1. Y sí, tanto Kokuro como Pancho escriben en las entradas.

Día 1: ¿Cómo empezaste con los juegos de rol?

Kokuro:
En mi caso fue una cadena de cosas que llevaron unas a otras. Podría decir que tuve 2 acercamientos diferentes hasta que definitivamente me tiré al pozo.
Corría Febrero del año 2002 y yo acababa de empezar con Warhammer de El Señor de los Anillos. Acababa de juntar un grupo bastante majete que nos reuníamos en la Casa de la Juventud de mi pueblo. Un día vino un chico de Alcalá de Henares y su novia a "la Juve" que buscaba gente para jugar a juegos de rol. Por aquel entonces, yo con 11 años, lo único que sabía de los juegos de rol era lo que decían en las noticias, inocente de mí. Así que, un poco porque el chico supo vendernos la moto, un poco porque me llamaba la atención y un poco porque, por aquel entonces, me gustaba ir "de malote", acabé construyendo castillos en las nubes y pensando en roles en vivo y esas cosas que uno se imagina con 11 años. El chico volvió 3 veces más, y mi colega Iván y yo nos hicimos un personaje de aquelarre. En mi caso era un soldado tuerto con ballesta y maza. Pero, de repente, el chico dejó de pasarse y yo me quedé compuesto y sin partida. A partir de entonces seguí investigando por mi cuenta, conociendo webs como Plataformarol o Fiade (Funeraria Infierno, aseguramos su descanso eterno), pero la cosa quedó en Standby y yo seguí con Warhammer (Fantasy, el de ESDLA lo dejé atrás).
Ese mismo verano, el más pequeño del grupo, Alberto, se llevó a dos amigos suyos: Dani y Enrique. Los dos hermanos eran roleros desde hacía bastante tiempo (me sacaban 4 y 2 años) y fueron quienes nos dirigieron por primera vez una partida de rol. Ese verano comenzamos una partida de D&D en la que yo llevaba a Taron, un mediano pícaro, y la campaña se prolongó durante todo el verano. Nos pegábamos sesiones maratonianas de empezar a las 3 de la tarde y acabar a las 5 de la mañana... haciendo locuras como cambiar de máster a mitad de partida o ponernos a dirigir asedios según empezábamos. Siguió el verano y el 13 de Agosto, por mi cumpleaños, entre todos mis colegas me regalaron el manual de D&D 3.0, que fue mi primer libro de rol y que aún conservo. Y, aunque no tiene mucho que ver con el rol, Enrique y Dani me enseñaron también la saga de la Dragonlance, que marcó toda mi adolescencia.
Como veis, tampoco es que sea de la vieja guardia rolera. Pero es lo que tiene nacer cuando otros ya habían pasado los niveles épicos.

Panchodik:
Mi inicio en todo esto fue algo lento, ya que me hice algunos personajes en varios juegos como "Ojos grandes", "Ánima" o "Vampiro la Mascarada". Algunas de esas partidas llegaron a empezarse, pero ninguna prosperó de más del principio. Y la verdad es que a mi me picaba el gusanillo de probar esto que llamaban rol.
1 o 2 años más tarde quedamos unos amigos que si se tomaban todo esto mucho más serio, quedamos para jugar una partida de Aquelarre, y mi primera partida fue la de "La ratonera". Yo llevaba un embaucador bajito y feo (todos mis personajes en Aquelarre han sido feos). Que al final ni vimos bichos ni na' de na', el master nos confesó que realmente nos saltamos la mitad de la aventura ya que nos fuimos por los cerros, estas cosas suelen ser así, ya sabéis. Pero no fue tan mal, me gustó bastante y mi personaje, aunque no era fuerte en el combate, fue el que solucionó el final del combate tirando uno de sus mejunjes a la cara del "malo final".
Fue entonces cuando sentí que todo eso me gustó, me llamaron para algunas partidas más, y bueno, poco a poco fui creciendo como jugador hasta llegar a ser máster  la verdad es que ese último saltó me costó mucha fuerza de voluntad. Pero eso es otro tema que ya os contaré más adelante.

Salud y rol.

2 comentarios:

  1. Genial que os hayais animado! os leere pero contestar seguire contestando en la frikoteca que es el que empezo primero de los blogs que sigo.

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  2. Todo comenzó allá por el año 92/93, tendría yo unos 11/12 años, y andábamos metidos en múltiples aventuras al juego de mesa de Hero Quest, conquistando tesoros y explorando las entrañas de su mundo. Una tarde, sería sábado o domingo de lluvia (jamás olvidare aquel día) cuando ese mundo se nos quedó pequeño, llegó mi hermano mayor con algo bajo el brazo, entre ello unos dados extraños, de varios colores y seductores (ya conocen vuesas mercedes mi predilecto por los dados) un libro, de tapa dura, donde en su portada se podía ver dos guerreros maravillosamente ( a ella se la veía parte del pecho, disculaparme era sólo un crío) al fondo un hechicero y tras él una especie de gargola o trolls enorme, donde se podía leer, Rune Quest, juego de rol de fantasía, ahí empezó todo, recuerdo con una sonrisa en los labios como mi hermano y yo vivimos unas aventuras el cual cada acción tenía su motivo y tenía sus consecuancias, jugamos en un mundo inventado por él, Sapolandia, una isla llena de humanoides sapos donde había siete reinos, algunos enfrentados o sometidos entre ellos y el cual tenían siete anillos, anillos que yo, un formidable guerrero humano debía poseer para volver a mi hogar, viví aventuras mágicas, me alie con un reino que estaba sometido y les ayudéa revelarse contra sus opresores, fue una campaña formidable. Luego jugamos con mis amigos del alma, Iván, Fer, Samu, David, Edgar, Alvaro, etc etc, cada uno era máster de un juego distinto, David al Señor de los anillos (magistral campaña que se curro) Fer a Paranoia, mi hermano al Rune y al D&D y yo a Star Wars de Joc y a un juego español y con ambientación medieval, mi queridisimo Aquelarre, perdonen a este pecador pero este último fue fotocopiado del original que por causas del diablo di a parar con él en una biblioteca donde misteriosamente lo encontré... Largos años pasaron entre partida y campañas, alguna lagrimilla recorrieron nuestras jóvenes mejillas al perder un personaje... Después creamos nuestra asociación aquí en San Fernando "Sombragris" hasta organizamos unas jornadas y conocí a gente que también era aficionada al rol, que recuerdos! Esa asociación la tuvimos que cerrar, nos hicimos mayores y cada uno para su casa, hasta hace unos años donde entre jornadas y jornadas y quedadas con viejos compañeros de penurias he vuelto a pegarle fuerte, más fuerte que nunca... Así comenzó todo...

    Larga vida al rol!

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