Continuamos poniendo personajes y esta vez le toca a mi juego estrella, Aquelarre.
La vida para Elvira no ha sido fácil. Su padre, Tancredo de Ocaña, era un conocido bandido que rondaba el Camino Real. En las proximidades de Talavera raptó y violó a la que sería la madre de Elvira. Su infancia fue difícil, más cuando su madre se marchó cuando tenía 5 años. Desde entonces ha sido criada por su padre, pero hace dos años se marchó, y tras 2 meses de ausencia, lo encontró ahorcado de un árbol en las cercanías de Toledo. Desde entonces viaja sola acompañando algunas caravanas con comerciantes, donde puede ofrecer sus servicios a cambio de algunas monedas y seguridad. Incluso alguna vez ha tenido que cortarle el miembro al mal nacido de turno que no quería pagar.
Es una chica bastante optimista, sabe bien cual es su oficio y prefiere disfrutarlo antes que amargarse. No está habituada a las comodidades de un hogar fijo, ya que siempre ha tenido una vida nómada acompañando a la hermandad donde estaba su padre. La vida en el camino le ha hecho adaptarse a él, e incluso ha llegado a formar parte de las emboscadas que hacían. Precisamente, en uno de esos asaltos cuando tenía 10 años, debía aparentar haberse perdido en el camino, para frenar la carreta de un vendedor de lanas y que así el resto pudieran robar sin problemas. Pero el caballo se asustó y le asestó una coz en el pecho que la dejó varios días inconsciente. Desde entonces es incapaz siquiera de acercarse a una de esas bestias del demonio.
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